Los peligros de la obediencia

09 Noviembre 2020

La palabra es libre; la acción muda; la obediencia ciega. Friedrich von Schiller

Vanesa Guerra V... >
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¿Qué pasa cuando las ordenes que me dan están en conflicto con mis propios valores o creencias? ¿Qué pasa con el pensamiento crítico y la voluntad propia?, la obediencia ciega es más peligrosa de lo que podemos imaginar.

Experimento del Milgram

¿Hasta qué punto una persona está dispuesta a actuar en contra de sus propios valores por obedecer a la autoridad? Esta fue la pregunta que Stanley Milgram quiso responder con su experimento que consistía de lo siguiente:

Una figura de autoridad central que ordenaba a los participantes administrar descargas eléctricas a otra persona cada vez que respondieran erróneamente a una pregunta. La persona que supuestamente recibía las descargas era un actor, pero la que debía castigarla no lo sabía. Hasta un 65% del total de los participantes administraron descargas eléctricas a otra persona en voltajes letales. Y lo hicieron solo porque el “experto” les indicaba que debían hacerlo

Su investigación demostró la peligrosidad que encierra la predisposición que tenemos los humanos a obedecer a la autoridad hasta llegar a despojarnos de nuestro sentido de la responsabilidad. Esta obediencia incondicional a la autoridad es algo que debemos cuestionarnos y frente a lo cual debemos actuar intencionadamente.

 Podemos verlo en diferentes etapas de nuestra evolución humana; en los niños con sus padres o figuras de autoridad y cuanto podemos llegar a anularlos con el adultocentrismo cuando les pedimos que realicen una orden solo porque “yo te lo digo”, o incluso podemos observarla en adultos con ejemplos tan atroces como los del holocausto y hasta en instituciones que han llegado a cometer atrocidades por el seguir una orden porque una figura de autoridad me lo indica sin cuestionar si esta es o no correcta.

Cuando hablamos de los niños y niñas, criarles bajo la creencia de la obediencia ciega a la autoridad puede ser muy peligroso, ya que al crecer las figuras que representan autoridad para nosotros pueden ir variando y no responder ni al bien común ni a mis valores propios y por esto es importante desarrollar y transmitir el pensamiento consciente, la obediencia crítica y consciente, la capacidad de argumentar y el consenso en las decisiones que los involucren.

Si bien la obediencia es considerada una característica de los niños buenos, y la mayoría de los padres esperan esto de sus hijos, hay un aspecto de la desobediencia que es muy positivo y es el ser fiel a sí mismo y a los propios criterios internos.

Sin duda la práctica de confiar en nosotros como sociedad implica el comprender que no es que no deba hacerlo porque tiene una sanción si no porque es lo mejor para el bienestar común.

"Cuando una Ley es injusta lo correcto es desobedecer" Mahatma Gandhi 

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Referencia:

  • Milgram, S. (2005). Los peligros de la obediencia. POLIS, Revista Latinoamericana.