Coronavirus y la verdad chilena: La clase media, la nueva clase empobrecida

08 Julio 2020

En Chile no hay una definición estándar de clase media, sin embargo, en general se calcula que cerca de la mitad de los chilenos se encuentra en ese grupo.

Marcela V. Rodríguez >
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Según Libertad y Desarrollo (LyD) aquellos hogares cuyos ingresos totales se encuentran entre 1,5 y 6 veces de la línea de pobreza vigente (familia de cuatro o cinco personas con ingresos por 400 o 500 mil pesos) son la clase media chilena, es decir, un ingreso total mensual de un hogar que se compone de cuatro personas de entre los $626.021 y $2.504.083 mensuales.

Una clase media donde sin duda hay una pequeña distancia entre el umbral de pobreza y la mediana de los ingresos en Chile. Un grupo en el umbral y que LyD calcula que son el 42,5% de los hogares en Chile y que pertenecen a la denominada clase media baja o vulnerable con ingresos familiares, que oscilan entre 1,5 y 3 veces la línea de la pobreza; es decir, un hogar de cuatro personas gana entre $650.000 y $1.300.000. Una clase media baja que se encuentra entre el tercero y sexto lugar si se hace un paralelo con los clásicos deciles del 1 al 10, donde el 1 es el más pobre y el 10 es el más rico.

Así, en la clase media chilena, que de representar un 43,2% en 2006 y que pasó a un 65,4% en 2017, hay algunos muy cerca de la pobreza e incluso casi conviviendo con la vulnerabilidad y otros que miran con aspiraciones hacia el 30% más rico del país.

Familias chilenas de una clase media en donde una fracción importante de ellas (70%) vive con un nivel de deuda excesivo. De hecho, en los mayores de 18 años, se registran 11,5 millones de personas endeudadas y casi 5 millones de personas morosas.

Clase media chilena, una fiel muestra de la frágil situación en la que se encuentra debido a la paradoja que, por tener mayor acceso, se tiene menor protección social por no ser sujeto de políticas públicas.

Clase media, un concepto que significa todo y nada y claro por qué actualmente en tiempos de pandemia ha venido en desnudar de manera mucho más cruda todo la precariedad laboral y el empleo informal.

Clase media donde se estima que una fracción importante caerá en la pobreza y que otra porción significativa quedará en una situación de vulnerabilidad aún mayor porque, aunque algunos no caigan en la pobreza, el cambio va a ser drástico.

Así lo refleja la Cadem, en su encuesta de la cuarta semana de junio, que arrojó que un 68% de los encuestados disminuyo sus ingresos en pandemia y que solo un 27% considera que su presupuesto resista solo un mes, que un 27% de dos a tres meses, que el 14% de cuatro a seis meses y que el 26% más de seis meses. Así mismo indica que el 91% califica como mala las expectativas que se tiene del empleo.

No hay duda de que el ámbito económico ha sido uno de los más afectados durante la pandemia y claro porque las cuarentenas en la crisis sanitaria, aunque han demostrado ser medidas eficaces para combatir la pandemia en el mundo, en la población chilena las medidas sanitarias con características restrictivas han tenido consecuencias muy duras porque hay muchos hogares donde simplemente no es posible quedarse en casa, porque ya no tienen las condiciones básicas suficientes y la clase media chilena lo sabe.

Porque como dice Dante Contreras, subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), la clase media chilena se hizo grande pero nunca fuerte porque para llegar a eso tuvo que endeudarse. Deudas que en tres meses de pandemia a muchos dejará en la pobreza y donde solo el 10% más rico será el único sector que está relativamente blindado en Chile.

Una clase media chilena vulnerable equivalente a casi la mitad de la población de 18 millones de habitantes y que parece que, para que, en tiempos de pandemia, siga pareciendo grande, se seguirá endeudando.